«El 20 de abril de 2010 se produjeron una explosión y un incendio repentinos en la plataforma petrolífera. El accidente acabó con las vidas de 11 trabajadores, hirió gravemente a otros 17 y causó un enorme derrame en el Golfo de México que a día de hoy sigue resultando problemático. El accidente tuvo efectos de gran alcance sobre las vidas de decenas de miles de personas. La plataforma estaba situada a unos 80 kilómetros al sureste de Venice (Luisiana, Estados Unidos), y en ella trabajaban 126 personas.
El dispositivo antierupción de Deepwater Horizon (BOP), pieza clave del equipo de seguridad, fue incapaz de sellar el pozo durante la emergencia; los efectos fueron devastadores.
«Según el CSB, la explosión de Macondo fue consecuencia de una compleja combinación de fallos: falta de adecuación del control de la seguridad del proceso y los procesos y sistemas de gestión, cuya función era garantizar el control efectivo; factores humanos y organizativos que crearon un entorno propicio para la aparición de errores; cultura organizativa más enfocada a la seguridad personal y las observaciones comportamentales que a la prevención de accidentes importantes; y un régimen regulador incapaz de garantizar la supervisión necesaria para las actividades de alto riesgo implicadas en la exploración de aguas profundas, la perforación y la producción».
Cuatro años después, el CSB publicó una animación por ordenador narrada que recreaba la explosión en Deepwater Horizon.